Uno de los principios fundamentales de los finales de reyes y peones es la oposición.
Podéis observar en la posición del diagrama que los reyes están frente a frente en una misma columna, separados por una casilla. Quien le toque jugar pierde la oposición, pues debe mover su rey. Para las negras sería fatal, pues entonces el rey blanco avanzaría a la quinta fila ganando la partida como verás en el próximo ejemplo. La oposición también se aplica a reyes enfrentados en filas o diagonales, y la particularidad general es que deben estar siempre separados por un número impar de casillas. Gana la oposición el bando al que no le corresponde jugar, o lo que es lo mismo, quien juegue pierde la oposición.
Debes también conocer que la oposición es independiente del número de peones que estén sobre el tablero, en fin, ganar la oposición es sinónimo de penetrar en la posición enemiga y ello casi siempre resulta decisivo.
Las blancas ganan la oposición
Las negras mantienen la oposición