Se denominan posiciones abiertas, aquellas que tienen muchas líneas disponibles para las piezas, ya sean filas, columnas o diagonales. La posición de los peones en el centro es la que determina el carácter de la posición. Cuando no existen peones o hay pocos y no están enfrentados, la posición es de tipo abierto. Por el contrario, con todos los peones bloqueados, no existen columnas abiertas y las pìezas se ven bastante limitadas por estas cadenas de peones. Se dice entonces que la posición es cerrada.
Los dos diagramas presentan dos tipos de posiciones completamente distintas: En el primero, los peones centrales han desaparecido (o están a punto de hacerlo). Todas las piezas tienen líneas abiertas a su disposición. En el segundo, los peones centrales están trabados y posiblemente pasarán muchas jugadas antes de que se cambien. Las piezas tienen mucha menos movilidad.
Las posiciones abiertas, precisamente debido a la abundancia de líneas abiertas, permiten a las piezas desplegar el máximo de poder y los acontecimientos suelen pasar de modo rápido.
Cada tiempo es vital y las posibilidades tácticas son frecuentes.
Por el contrario, en las posiciones cerradas, las piezas no pueden desarrollar tanta actividad. Los tiempos no son tan importantes y a menudo un bando puede permitirse la pérdida de varios de ellos para llevar una pieza a su colocación óptima, ya que difícilmente el tiempo perdido pueda se aprovechado por el adversario para llevar a cabo una acción inmediata. La táctica no tiene un papel tan preponderante y la estrategia, las maniobras y planes a más largo alcance, son primordiales.
Como regla general, en las posiciones cerradas debemos pensar en primer lugar en las maniobras, planes y los aspectos estratégicos, dejando los cálculos de variantes en segundo lugar. Por el contrario en las posiciones abiertas, la táctica suele jugar un papel fundamental, y hay que comprobar bien la precisión de nuestros cálculos.
Como comprobación de lo dicho, veremos el desarrollo de las partidas a partir de las posiciones de los dos diagramas anteriores.
En el primero, las negras iniciaron un ataque al rey con sacrificios de material mediante 19…Axh2+ Nimzowitsch,A – Tarrasch,S . Aquí hay que calcular las variantes con precisión.
En el segundo, las negras eliminaron la amenaza de rupturas blancas (b2-b4 y g3-g4). La primera mediante la jugada 17…Axc3 y la segunda con el plan …Rh8 y luego De8-Dg6 Bronstein,D – Petrosian,T. Seguramente las negras pueden jugar así sin apenas calcular nada.