Saludos amigos ajedrecistas.
Mi nombre es Fernando Ortega. A muchos os sonará y me relacionaréis con el club de ajedrez Rafa Bayarri de Alboraya, o tal vez nos hayamos enfrentado en algún torneo, hayamos analizado juntos, o hayamos compartido alguna experiencia en torno a nuestra afición y pasión común: el ajedrez. OtroS quizás no me conozcan o recuerden, pero no importa. Soy ajedrecista aficionado, y eso es suficiente para el asunto que os quiero comentar.
El próximo mes de junio saldrá a la luz la novela «El hechizo de CAissa», de editorial Viceversa, de la que soy autor. En ella se narra la historia de un niño que aprende a jugar al ajedrez y de cómo va descubriendo la belleza del juego. Es una historia enmarcada en el mundo del ajedrez, nuestro universo, aunque no contiene nada de técnica. De hecho, apenas es necesario conocer siquiera el movimiento de las piezas. Lo cierto es que he puesto en ella toda mi alma, intentando trasladar al papel la pasión que siente un aficionado por aprender ajedrez, lo que duelen las derrotas, lo que supone agobiarse con el reloj, la belleza de las combinaciones, el ambiente del ajedrez de café, de los torneos, el ajedrez en internet… He escrito la novela que como ajedrecista me hubiera gustado leer. Una novela en la que muchos de vosotros os sentiréis identificados. Alguno pensará si no está mirando un espejo.
Como podéis imaginar, el proceso de documentación (primera fase de toda novela) fue larguísimo, pero también apasionante. Porque no bastaba con conocer ligeramente el juego, había que meterse en la piel de los personajes, experimentar el ajedrez de torneo, saber lo difícil que es aprender, lo dolorosas que son las derrotas, estudiar aperturas, historia, etc… Y eso sólo había una forma de hacerlo: jugando ajedrez. Me he pasado trece años intentando aprender el juego, y aunque no lo he conseguido, al menos he adquirido los suficientes conocimientos como para escribir mi libro. Y en parte, lo he conseguido gracias a todos vosotros.
Sirva este mensaje para dos cosas.
En primer lugar para informaros de la existencia de la novela que saldrá a la luz antes del verano. Simultáneamente, he comenzado a publicar un blog con el mismo título elhechizodecaissa.blogspot.com en el que se narra el making off (el «cómo se hizo») de la novela. En él se explica cómo me documenté y cómo surgió la idea del hechizo… Os invito a visitarlo y a dejar en él todos los comentarios que deseeis. Igualmente, si algún club o jugador con web o blog desea vincular mi blog, estaré encantado, y lo mismo para vínculos recíprocos. Al igual que la novela, el blog tiene un carácter absolutamente literario, y no hay nada de técnica porque, ni es su objetivo, ni yo tengo suficientes conocimientos técnicos como para publicarlos.
En segundo lugar quisiera agradecer a todos los jugadores de la comunidad valenciana su ayuda. Esto puede parecer un halago gratuito, pero os aseguro que sin mi experiencia competitiva, sin los torneos que organizáis, sin las (¡múltiples!) derrotas que me habéis propinados, sin las experiencias que he vivido con vosotros, sin vuestros certeros análisis, sin todo ello, seguramente El hechizo de CAissa no podría haberse escrito. En consecuencia y por lógica, especial agradecimiento a la Federación de Ajedrez de la Comunidad Valenciana, organizadora de la mayoría de eventos donde he participado. Obviamente, también tengo una deuda eterna con el club de ajedrez Rafa BAyarri de Alboraya, a su presidente Andrés Vicente y el presidente honorario, mentor, amigo y admirado por siempre, Rafael BAyarri. Gracias a ellos en primera instancia y a todos vosotros secundariamente, el hechizo saldrá a la luz en breve.
Aunque aún quedan cuatro o cinco meses para su publicación, agradeceré que hagáis llegar esta noticia a cuantos amigos ajedrecistas o amantes de la literatura de tema ajedrecístico conozcáis, al igual que la existencia del blog arriba mencionado. No obstante, si me lo permitís, en fechas próxima a la publicación de la novela, os enviaré un email recordatorio.
Un saludo a todos los amigos «en» CAissa.
FERNANDO ORTEGA